Michael Nyman – The Draughtsman’s Contract (1982)

El contrato del fornicador

¿Un film de Peter Greenaway que no es un insufrible y pretencioso ejercicio de estilo de Cómo acabar de una vez por todas con el Cine en apenas hora y media? ¿Una composición brillante de Michael Nyman? Sí, queridos lectores. Los milagros existen.

Esta banda sonora es un ingenioso viaje sonoro al Pasado, reinterpretado con la mentalidad del que sabe lo que le gusta a la burguesía levemente ilustrada. Podría hablarse de una partitura de barroco-pop, que enunciado así suena un tanto alambicado, pero que a la segunda audición se antoja como una etiqueta bastante atinada.

Hay espacio para la melodía pegadiza y briosa, muy adecuada como colchón sonoro para el ejercicio matutino, y para los pasajes evocadores y melancólicos, con su brizna de dramatismo, para el ejercicio de la metáfora y la coartada cultural. Todo ello sabiamente barnizado y acabado para el gusto de todos los públicos. Si a Madonna le gustara Händel podría haber publicado perfectamente este disco.

N.B.: Cierto. Esto no es funk. Pero, ¿es que ustedes se creen las bobadas que escriben todos esos majaderos en los blogs?